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En una jornada de muchas emociones, la legisladora de la Ciudad de Buenos Aires, Marina Kienast, presentó su libro “Pupitres a Medida”, donde propone una reforma profunda del sistema educativo, poniendo el foco en los alumnos, y en la posibilidad de que cada niño reciba una educación personalizada.
La presentación, que se llevó a cabo en el auditorio de la Globant Tower, contó con la presencia del secretario de Educación de la Nación, Carlos Torrendell; miembros del Gabinete Nacional y de la Ciudad; legisladores; empresarios; y miembros del sistema educativo en general.
Antes del inicio del panel, tomó la palabra Carlos Torrendell, quien agradeció la invitación, y manifestó que la inversión en educación “no se trata solo de aumentarla, sino de asignarla de manera más justa y estratégica para impactar en el aprendizaje de todos los estudiantes, sin importar su contexto socioeconómico”, y finalizó diciendo que “en la educación estatal, los chicos que tienen menos recursos reciben cuatro veces menos inversión educativa que los que tienen más”.
Luego llegó el turno de Marina Kienast, quien compartió escenario con Agustín Porres, director regional para América Latina de Fundación Varkey, y Luis Arocha, director ejecutivo de la Fundación María de Guadalupe. “Quiero agradecer especialmente a aquellos que vinieron a pesar de que pensemos distinto, porque estoy segura que de nuestros debates y de la diversidad de ideas, es que vamos a encontrar salidas y soluciones sostenibles en el tiempo a la crisis que estamos viendo de la educación”, expresó.
En su primer libro, la autora detalla distintas propuestas de política pública para mejorar el sistema educativo: entre ellas se encuentran la de otorgar mayor autonomía a las escuelas, habilitar modelos innovadores de enseñanza y modernizar la formación docente, entre otras. Y también describe casos de escuelas innovadoras en Argentina, Uruguay y Estados Unidos que implementan con éxito las propuestas detalladas en la narrativa.
Luego de escuchar a Porres y Arocha, Kienast retomó su diagnóstico sobre la realidad educativa actual, y aseguró que “no le gusta hablar de culpables, sino de responsables”, y que como adultos responsables “debemos empezar a actuar para cambiar el sistema educativo que está roto, obsoleto, mal financiado”. Y agregó: “La educación en el mundo está cambiando, y si nosotros no avanzamos hacia ese cambio, la brecha educacional va a seguir aumentando y se van a salvar solo los que ya tienen oportunidades”.
Por último, involucró a los asistentes a comprometerse y trabajar para que cada chico, nazca donde nazca, pueda desarrollarse y tener un futuro próspero. “¿Vamos a seguir poniendo parches, o nos vamos a animar a transformar el sistema educativo? Ya es hora de que Argentina deje de ser un país donde el origen de una persona determine su futuro”, cerró.
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