Los bares en los parques de la Ciudad genera polémica

La instalación de bares en los parques de la Ciudad todavía genera polémica. A dos años de sancionada la ley por la Legislatura porteña, ningún bar pudo ser construido en los espacios públicos. El Ejecutivo avanza en tres proyectos, pero los vecinos se mantienen firmes y repudian la llegada de estas áreas de servicio en medio del verde.

En mayo de 2014 la Legislatura porteña aprobó la ley 4950 que autoriza la construcción de bares en todas las plazas que tengan más de 50.000 metros cuadrados de superficie. La norma incluye a 35 parques de la Ciudad, entre los que se encuentran el Roca, Centenario, Lezama, Saavedra, Sarmiento e Indoamericano. Los bares deberán ofrecer a los vecinos Wi-Fi, baños, una estación saludable, biblioteca y estacionamiento para bicicletas, entre otros servicios.

Según informó el diario La Nación, antes de fin de año la Ciudad avanzará en el proyecto del Parque Tres de Febrero (Palermo) con la transformación de un antiguo chalet, conocido como Casa Joven o El Tambito, una construcción abandonada ubicada a metros del Jardín Japonés. Sin embargo, la Asociación de Amigos del Lago de Palermo, que desde hace una década reclama la restauración del chalet, rechazó el proyecto.

En tanto, las autoridades también planean retomar el plan en el Parque Chacabuco, que había sido frenado en enero pasado. Ayer mismo, la Asamblea de vecinos de ese barrio presentó un comunicado para dejar en claro su postura en contra del bar. “Los vecinos fuimos el día 2 de septiembre a una de las reuniones que hizo el Sr. Horacio Rodríguez Larreta en la Comuna 7, y allí le expresamos claramente, como lo venimos haciendo desde hace un año y medio, la oposición de los vecinos a la instalación del 2º Bar en el Parque Chacabuco”, justificaron.

Por último, en Parque Patricios la gente de la zona denunció que la futura construcción afectaría a la biblioteca Enrique Banchs sobre la avenida Caseros, tras lo cual la Justicia frenó la obra. Desde la Ciudad, no obstante, explicaron que el edificio original se conservará y que se demolerá tan sólo un sector, en tanto que se ampliará la sala de la biblioteca con nuevo mobiliario urbano y más iluminación.