Los vecinos dicen NO al nuevo bar en Parque Chacabuco

Se reunirán el domingo en Asamblea y Emilio Mitre en rechazo a la construcción de otro local dentro del espacio verde.

El proyecto para instalar bares en espacios verdes que tengan una superficie mayor a los 50 mil metros cuadrados aprobado en mayo del año pasado por la Legislatura despertó polémica y, después de catorce meses de sancionada la ley, los vecinos de Parque Chacabuco mantienen su lucha para que la Ciudad desista de construir un nuevo bar en el predio.

A modo de protesta para elevar su repudio, se reunirán el domingo a las 11 en la esquina de Emilio Mitre y Asamblea, con el apoyo de más de 20 asambleas y organizaciones.

La obra en cuestión, que ya fue licitada por el Gobierno porteño, abarca 260 metros cuadrados y cuesta $4,5 millones. ¿Cuáles son los motivos por los que los vecinos buscan frenar la iniciativa? En primer lugar, porque le quita espacio verde al área.

Desde sus comienzos, en 1903, abarcaba 20 hectáreas -indican- y actualmente suma 8, ya que se fueron instalando dentro del parque una autopista, cinco escuelas, un polideportivo, un centro cultural, una estación saludable, un anfiteatro, un estacionamiento privado, un centro de vialidad, una entrada a la estación de subterráneo, calles internas y accesos vehiculares.

La lista de denuncias sigue: privatiza el espacio público, perjudica a los comercios aledaños (hay más de 30) y ya hay un bar de 400 metros cuadrados ahí.

Por otro lado, acusan que es “un proyecto inconsulto que no pasó por las comunas, ya que el Consejo Consultivo y la Junta Comunal de la Comuna 7 rechazó por unanimidad la construcción de bares”.

Las autoridades porteñas aclararon que el bar no quitará verde. “La esencia del proyecto es sumar servicios al espacio público, no sobre el césped sino en un sector de cemento, como en el caso del Parque Chacabuco. Incluso habrá baños, uno de los reclamos que hacía la gente”, explicó el subsecretario de Uso del Espacio Público, Patricio Di Stéfano. Y sobre el elevado presupuesto que demandará la obra, aclaró: “El costo es alto porque el estándar de calidad también es alto, pero lo bueno es que el concesionario lo terminará pagando con el canon a cinco años”.