Sancionarán a los vecinos que pinten cordones de amarillo

Está prohibido pero es una práctica muy común entre los vecinos porteños. Cada vez más vecinos pintan de amarillo por su cuenta el cordón de la vereda para reservarse el lugar para su propio auto o directamente con el objetivo de que su frente quede libre. Las marcas aparecen las veredas de comercios, empresas y también en casas particulares. Ahora, a partir de una modificación del Código de Tránsito y Transporte porteño, el frentista que pinte el cordón de amarillo para evitar que estacionen en su vereda podrá ser multado por un monto de hasta $650. Así lo aprobó la Legislatura y establece como infractor a aquel que pinte los cordones de las veredas sin autorización oficial.

“Sólo el Gobierno de la Ciudad puede ordenar el pintado de cordones, mediante el dictado del acto administrativo correspondiente. El pintado de los mismos sin esa autorización constituye una infracción sancionada de acuerdo al Régimen de Faltas de la Ciudad, sin perjuicio de la asunción de los costos que demande su remoción por parte o a costa del infractor o de quien deba responder por él”, determina la nueva ley.

Si bien hasta ahora el Código de Tránsito impedía la práctica, no había multas establecidas porque no figuraba como infracción en el actual Código de Faltas. Y lo único que podía hacer el Gobierno porteño era despintarlos. Ahora, una modificación permite la sanción económica de hasta $650. Una ley similar aprobada en 2011 y que también castigaba con fuertes multas a quienes colocaran caños u otros elementos para reservar un lugar de estacionamiento nunca había sido promulgada.

La norma también establece que si el frentista no denuncia la falta será “solidariamente responsable con el infractor” por cambiar el color del cordón de la vereda. También se subrayó que la abundancia de cordones amarillo en las veredas trae como consecuencia el menosprecio de las señales del tránsito.