Unas 50 mil personas celebraron el Día de los Fieles Difuntos en el cementerio de Flores

Barrio de Flores

Publicado: 02 / 11 /2021

Unas 50 mil personas celebraron el Día de los Fieles Difuntos en el cementerio de Flores

(Barrio de Flores)

El cementerio del barrio porteño de Flores recibió a miles de personas, en su mayoría de comunidades originarias que, como todos los 2 de noviembre, depositaron ramos de flores, comidas y ofrendas típicas para despedir el alma de sus difuntos.

«Entre 45 y 50 mil personas, con flujo constante, ingresaron desde las 7.30 al Cementerio, en familia o individualmente, para celebrar el Día de los Fieles Difuntos según los datos aportados por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

«Es una costumbre muy linda que nosotros los bolivianos tenemos en nuestro país, que hemos visto desde chicos a los abuelos llevar estas tradiciones y ahora se las transmitimos aquí a nuestros hijos y nietos», contó a Télam Clara Clemente, una mujer originaria de la ciudad del altiplano sur boliviano, Potosí, que desde hace cuatro décadas reside en Argentina.

A pesar de vivir en el país desde sus 14 años, Clara aún mantiene vivas todas las tradiciones que sus familiares le transmitieron, como los diversos rituales durante la celebración del Día de Todos los Santos, los Carnavales o la Navidad.

Cada año, Clara visita y agasaja a sus difuntos con enormes ramos de flores en el cementerio porteño, donde han llegado a concurrir hasta 60 mil personas y que el año pasado, por la pandemia del coronavirus, esta tradicional ceremonia debió realizarse fuera del Cementerio.

“Este año al cementerio vine con mi nieto Jesús, de 10 años, que me pidió venir y yo lo traje, para mostrarle el lugar y contarle sobre nuestra tradición y lo que significa”, expresó la mujer acerca del niño, quien “mira todo sorprendido y escucha muy interesado” acerca de estas costumbres ancestrales de celebración y encuentro.

Sin embargo, Clara reconoció que “algunos jóvenes ya no están interesados”, por lo que insistió en la labor de “transmitir de generación en generación nuestras tradiciones”.

Con todo, diversos rangos etarios participan de alguna manera en las celebraciones de esta festividad, que se inició ayer con el armado de los altares en cada casa particular, con los que se invita a descender a las almas “de los seres queridos que partieron”.

A los visitantes se los recibe con típicas comidas o con un vaso de chicha de maíz, una bebida ancestral y de las más tradicionales y populares en Bolivia, que se toma especialmente en las festividades.

La jornada de hoy comenzó de la misma manera, con los más característicos aromas emergiendo desde las cocinas de las casas donde se preparan los platos que acompañarán la celebración.


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