Parque Chacabuco
Se impuso el nombre de «Padre Lorenzo Bartolomé Massa» a la calle «La Garza» del barrio Parque Chacabuco. La Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico no encontraron inconvenientes y también favorablemente se expedió la Comisión Permanente de Nomenclatura Urbana. La Audiencia Pública se efectuó el 2 de junio pasado.
El expediente original del diputado Jorge Garayalde PRO) propiciaba asignar el nombre del sacerdote salesiano a la calle Totoral. En la Audiencia se mencionó que el Padre Massa, fue además de fundador, el artífice de la llegada al barrio de Boedo, del “Club San Lorenzo de Almagro”, entregó dinero de su peculio para hacer frente a los primeros gastos del Club y donó además los materiales para las primitivas instalaciones de la incipiente institución deportiva. La ley fue aprobada con 53 votos y se abstuvo el legislador Marcelo Ramal (FIT).
Recuerdo de Soriano en Boedo
La Legislatura denominó por ley «Osvaldo Soriano» al conjunto de los canteros centrales de la Avenida La Plata entre las calles Inclán y Las Casas del barrio de Boedo. La Comisión Permanente de Nomenclatura Urbana se había expedido favorablemente y se realizó la Audiencia Pública el 2 de junio pasado en la que vecinos pidieron un monumento o estatua en Boedo en un lugar próximo al estadio de San Lorenzo de Almagro. El expediente original fue iniciado por los diputados Pablo Bergel (Verde al Sur) y Gustavo Javier Vera (Bien Común) quienes postularon a la actual calle Salcedo, desde la Av. Jujuy hasta José Mármol. La ley se aprobó este jueves con 53 votos.
Cumplidos los 26 años, Soriano se trasladó de la ciudad bonaerense de Tandil a la Capital Federal en 1969 para integrarse a la redacción de la revista «Primera Plana» a partir de lo cual comenzaría su constante relación con el periodismo, colaborando además en las publicaciones «Panorama», «Confirmado» y en los diarios «El Eco de Tandil», «Noticias», «El Cronista» y «La Opinión». También fue corresponsal de «Il Manifiesto italiano» y cofundador de «Página/12», trabajando como asesor de directorio y columnista de contratapas.
Publicó su primera novela titulada «Triste, solitario y final» en el año 1973 a la que le siguieron otras de reconocida calidad literaria, tales como «No habrá más penas ni olvido», «Cuarteles de invierno» y «A sus plantas rendido un león» publicadas en veinte países y traducidas a los idiomas inglés, francés, italiano, alemán, portugués, sueco, noruego, holandés, griego, polaco, húngaro, checo, hebreo, danés y ruso. Fervoroso simpatizante del Club Atlético San Lorenzo de Almagro. Murió el 29 de enero de 1997 en Buenos Aires y fue sepultado en el Cementerio de la Chacarita.
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