Contrató a un hombre para un arreglo y terminó baleada

Parque Chacabuco

Publicado: 09 / 12 /2016

Contrató a un hombre para un arreglo y terminó baleada

(Parque Chacabuco)

Una jubilada de origen italiano, está internada en terapia intensiva en un Sanatorio de Palermo. Su historia está marcada por la tragedia pero al mismo tiempo por un milagro: durante un asalto recibió dos tiros en la cabeza, le cortaron el cuello, la ahorcaron y sobrevivió.

Todo comenzó el martes pasado. Ese día, la víctima decidió contratar a un plomero para hacer una refacciones en una vivienda ubicada en la calle Eva Perón al 1500. Si bien vive en otro edificio, a diez cuadras de distancia, Lodia necesitaba hacerle algunas refacciones para ponerlo en alquiler. Para eso le preguntó a la empleada de limpieza del edificio si conocía a alguien de confianza. La mujer le recomendó que lo llamara a su novio y así lo hizo.

El supuesto plomero llegó al departamento, acompañado por un adolescente de 17 años. Casi sin mediar palabra, le pegaron un balazo en la nuca y otro en la sien. Después le cortaron la carótida con una navaja y hasta intentaron asfixiarla con una soga. Ante brutal ataque, creyeron que estaba muerta, le sacaron la cartera y fueron hasta la otra propiedad de la la jubilada. Revisaron todo y se llevaron u$s 800 y $7.900.

Dos horas después, Savino, ex empleada del club Boca Juniors, se despertó, aturdida, y vio que le sangraba el cuello. Llamó a su pareja y la trasladaron a un hospital. Pese a los dos balazos, se había salvado de milagro. El falso plomero y su amigo, en tanto, demostraron no ser muy hábiles. Era sabido que frecuentaban dos bares y justamente en uno de ellos, fueron detenidos. Estaban gastando parte del botín que habían robado en el departamento de Parque Chacabuco.

El agresor fue identificado como Federico Loza Vadalá, de 28 años. Aparentemente, este ya había realizado tareas de pintura y albañilería para otros vecinos en el edificio de Caballito. “Actuaron con un nivel de sadismo brutal”, le contó a Clarín una allegada a la víctima.

Los médicos descubrieron que tenía dos orificios de bala, por lo que debieron extraerle uno de los proyectiles. El otro le quedó alojado en la cabeza. Se realizó una denuncia en la Fiscalía de Instrucción N°1 de Capital Federal. La novia del plomero, tras ser indagada, también quedó detenida. Fue ella la que dio el dato del bar en el que fueron detenidos los delincuentes. Se recuperó el dinero robado, aunque no hallaron el arma utilizada para cometer la agresión, un revólver calibre .22.



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